lunes, 17 de noviembre de 2008

Perdiendo mi religión

Los que me conocen saben que es una de mis canciones favoritas (y de mi primo, por eso este post va por él). Lo que no todos saben es el de lo que habla exactamente este temazo: la pérdida, pero no de la fe religiosa, sino de tu pareja. El yo lírico (hay veces que las canciones son poemas y viceversa) expresa su sufrimiento al desintoxicarse de todos los ritos que posee su relación de pareja. Y es que, de lo más duro que existe a la hora de romper con alguien, es quitarte de la cabeza esa rutina amatoria diaria, esos ritos (valga que redunde) que conforman tu auténtica religión. Creo que he dicho demasiado...

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