martes, 18 de noviembre de 2008

Amanezco en un lugar extraño

Amanezco en un lugar extraño.
Estoy atado y no me puedo mover. Quiero pedir ayuda pero descubro que tampoco hablar. Apenas emito unos débiles quejidos.
¿Dónde está mi esposa? Sin mí está indefensa…
Alguien viene. Habla extraño pero parece que me quiere ayudar.
¿Por qué estoy atado? ¿Y mi esposa?
Una mujer extraña me desata, me habla raro pero con respeto.
Intento levantarme pero me faltan las fuerzas.
No lloraré delante de alguien extraño.
¿Y mi esposa?
No puedo hablar. Algo me pasa en la boca. Miro a una mujer extraña y me señalo la boca.
Una mujer extraña me ayuda a levantar.
Tengo hambre.
¿Alguien me puede decir dónde está mi esposa?
Como. Mis manos no me obedecen del todo.
¡Mi esposa! Está rara, no parece ella. Me da miedo. Intento decirle algo pero…
Una mujer extraña me lleva a un sofá.
Tele.
Comida.
¡Mi esposa! Está rara, no parece ella. Me da miedo. Intento decirle algo pero…
Sofá.
Tele
comida
¡Mi mujer! ¡¡Mi mujer!! Lloro de pura impotencia.
Anochezco.
Amanezco en un lugar extraño.

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