Desde mi punto de vista, hay un punto de inflexión clarísimo en la historia y evolución de Quásar: el momento en el que comenzamos a componer en serio e intentamos expresarnos y transmitir nuestras emociones, sentimientos o percepciones vitales abandonando las anteriores formas pueriles.
En el aspecto exterior nos diferenciábamos en que Alejandro tomaba la voz cantante y yo la guitarra, pero había mucho más trasfondo en ese cambio. Durante tres meses de verano, compusimos tres canciones que hablaban de la incomunicación en el amor, de la manipulación y de la fuerza de la amistad: Scamas de luz, Sombras, y Sol de esperanza. Para mí es un orgullo poder mostrarlas al fin:
SCAMAS DE LUZ
Mil años pidiendo perdón
Me faltas tú
Me falto yo
No lloraré scamas de luz
Tu rencor
Con forma de cruz
Tu resina en mi garganta
Todo mi orgullo
Ni pude mirarla
¡Ohhh! Roto espejo
Quimeras muertas
Matan nuestro sueño
Vendados mis ojos con barro y miel
Que petrificó
En todo mi ser
No vi conmoverse jamás tu luz
Amargas respuestas
Con viento del sur
Ahogamos abismos sin realidad
Somos muñecos
En tempestad
SOMBRAS
Corrompido por un demonio
Tu espíritu agoniza
La fuerza de nuestras luces
Se mitiga por arpía
No hay son del ayer
Muchas cosas que ya cambian
No las puedes ver
Cambiar quisieras
Miradas de hiel
Sucias entrañas
Son tuyas también
(sucias por qué)
la danza de los cuchillos
aún no está tocando a su fin
cayendo están de tu cielo
son sombras de un ser servil
No sigas así
Como asno tras zanahoria
El odio está en ti
SOL DE ESPERANZA
Horizonte de fantasmas
Cenit vació
Sordos lamentos traspasan
El aire frío
¡Ohhh! Con fiebre de esperanza
Abrigo tus ausencias
Veo la nada
(me pierdo en almas rancias)
¡Ouohhh! Sin nuestros caminos
Enfrían tu recuerdo
Yo (mas) no olvido
(no encuentro el olvido)
Olvidadas luces busco
Sol de esperanza
Triste neblina trastorna
Oscura manta
No hay comentarios:
Publicar un comentario