lunes, 17 de noviembre de 2008

La trilogía del cambio

Desde mi punto de vista, hay un punto de inflexión clarísimo en la historia y evolución de Quásar: el momento en el que comenzamos a componer en serio e intentamos expresarnos y transmitir nuestras emociones, sentimientos o percepciones vitales abandonando las anteriores formas pueriles.

En el aspecto exterior nos diferenciábamos en que Alejandro tomaba la voz cantante y yo la guitarra, pero había mucho más trasfondo en ese cambio. Durante tres meses de verano, compusimos tres canciones que hablaban de la incomunicación en el amor, de la manipulación y de la fuerza de la amistad: Scamas de luz, Sombras, y Sol de esperanza. Para mí es un orgullo poder mostrarlas al fin:

SCAMAS DE LUZ

Mil años pidiendo perdón
Me faltas tú
Me falto yo

No lloraré scamas de luz
Tu rencor
Con forma de cruz

Tu resina en mi garganta
Todo mi orgullo
Ni pude mirarla

¡Ohhh! Roto espejo
Quimeras muertas
Matan nuestro sueño

Vendados mis ojos con barro y miel
Que petrificó
En todo mi ser

No vi conmoverse jamás tu luz
Amargas respuestas
Con viento del sur

Ahogamos abismos sin realidad
Somos muñecos
En tempestad




SOMBRAS

Corrompido por un demonio
Tu espíritu agoniza
La fuerza de nuestras luces
Se mitiga por arpía

No hay son del ayer
Muchas cosas que ya cambian
No las puedes ver

Cambiar quisieras
Miradas de hiel
Sucias entrañas
Son tuyas también
(sucias por qué)

la danza de los cuchillos
aún no está tocando a su fin
cayendo están de tu cielo
son sombras de un ser servil

No sigas así
Como asno tras zanahoria
El odio está en ti



SOL DE ESPERANZA

Horizonte de fantasmas
Cenit vació

Sordos lamentos traspasan
El aire frío

¡Ohhh! Con fiebre de esperanza
Abrigo tus ausencias
Veo la nada
(me pierdo en almas rancias)

¡Ouohhh! Sin nuestros caminos
Enfrían tu recuerdo
Yo (mas) no olvido
(no encuentro el olvido)

Olvidadas luces busco
Sol de esperanza

Triste neblina trastorna
Oscura manta


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